Desde noviembre de 2024, la Universidad Provincial de Córdoba (UPC), a través del Instituto de Gestión e Innovación Tecnológica y Productiva (IGPT) y en convenio con la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) del Ministerio de Desarrollo Humano del Gobierno de Córdoba, lleva adelante el Programa de Educación y Vinculación Universitaria para Jóvenes en Contexto de Encierro.
Bajo el nombre «Educación y Derechos en Movimiento: Transformando Realidades», la iniciativa articula esfuerzos entre docentes, estudiantes y profesionales de la Facultad de Educación Física y la Facultad de Educación y Salud.
Este enfoque interdisciplinario busca generar espacios de confianza y encuentro, reconociendo la diversidad de saberes de los participantes y fomentando vínculos saludables en un entorno marcado por los desafíos del contexto de vida.
El programa se desarrolla con un enfoque basado en derechos, promoviendo actividades deportivas, recreativas y educativas que fortalecen la participación activa de las y los jóvenes.
Estas acciones no solo buscan impactar positivamente en su bienestar físico y emocional, sino también habilitar oportunidades para que se reconozcan como sujetos de derechos y protagonistas de su propio cambio.
La UPC reafirma su compromiso de ser una institución referente en educación superior en la provincia y en formación permanente, asumiendo la responsabilidad de trabajar en red con organismos estatales e instituciones educativas en proyectos con inserción territorial.
Este dispositivo es una muestra concreta del papel fundamental que las universidades públicas y el Estado pueden desempeñar en la atención de problemáticas sociales complejas, como las que atraviesan jóvenes en contextos de encierro.
En este sentido, Mariela Edelstein, coordinadora del programa destaca que “La educación en contextos de encierro representa una oportunidad para repensar problemas antiguos desde nuevas perspectivas, utilizando herramientas que promuevan la transformación social y el desarrollo de proyectos de vida en vínculos saludables con las comunidades de pertenencia”.
Guillermo Gómez, uno de los docentes a cargo de las actividades comparte que “este es un proyecto profundamente enriquecido por el trabajo y compromiso interinstitucional, creando espacios innovadores de aprendizaje colectivo, disfrute y reflexión, guiados por las necesidades y deseos de las y los jóvenes”.
En esa línea, Valentina Saldari, docente en la propuesta comparte el valor de la ternura, el acercarse a las y los jóvenes desde el afecto y la pregunta, validando con ellos y ellas sus opiniones y deseos.
En tanto Julio Castro, también docente en la experiencia expresa: “Mi vivencia como profesor de educación física en el Complejo Esperanza es, sin duda, un desafío transformador, tanto profesional como personalmente. Cada martes y sábado me enfrento a un contexto único, cargado de emociones intensas y aprendizajes constantes”.
Esta propuesta es una invitación a mirar más allá de los límites físicos y construir espacios educativos que se sostengan en vínculos de confianza y respeto mutuo.